En una acción contra los medios públicos argentinos, el gobierno avanzó con el cierre de Télam, la agencia de noticias nacional. En una escalada preocupante, la redacción fue vallada y la página web deshabilitada, dejando a los trabajadores en estado de incertidumbre y con el acceso restringido a su lugar de trabajo.
Los empleados de Télam se vieron sorprendidos al llegar a sus puestos, encontrando el acceso bloqueado y recibiendo una comunicación por correo electrónico que los dispensaba de sus tareas durante siete días. Daniel Bello, representante de los trabajadores y trabajadoras de Télam, en diálogo con Mestiza, expresó su consternación ante esta medida drástica, calificándola como un ataque directo a la libertad de prensa y al pluralismo informativo.
En una entrevista exclusiva en “El Aire de Aquí”, Bello denunció el operativo realizado durante la madrugada como un intento de imponer un discurso único y homogéneo por parte del gobierno. “Nunca antes se había visto una acción tan violenta y autoritaria sobre un medio público”, afirmó con preocupación. Además, recordó la convocatoria a un abrazo simbólico al edificio de Télam como una muestra de solidaridad y resistencia ante este embate contra la libertad de expresión.
El cierre de Télam no solo afecta a los trabajadores y trabajadoras de la agencia, sino que también pone en riesgo el acceso de la sociedad a información plural y veraz. Como uno de los principales medios de comunicación del país, Télam desempeña un papel crucial en la cobertura de noticias y la difusión de información de interés público. Su cierre representa un retroceso en la democracia y la transparencia informativa en Argentina.
En conclusión, el cierre de Télam es un golpe directo a la libertad de prensa y un atentado contra la diversidad informativa en el país. La resistencia de los trabajadores y la solidaridad de la sociedad civil son fundamentales en la defensa de estos valores democráticos esenciales.
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