Walter Ormazábal, miembro del colectivo Quilmes Memoria, Verdad y Justicia, nos explicó que la Secretaría de Derechos Humanos del Municipio fue cambiada de rango y transformada en una Coordinación.
“La verdad es que no invertían nada en Derechos Humanos teniendo una Subsecretaría, no es la reducción presupuestaria el objetivo, la intención es correr la temática de los Derechos Humanos de la agenda de la municipalidad, al poner esta nueva Coordinación dentro de otra subsecretaría, es mucho más indirecto el contacto con las estructuras de decisión. Con el agravante de que en Quilmes, el Subsecretario de Derechos Humanos era responsable de un ex centro clandestino, el Pozo de Quilmes”, expresó Walter.
En cuanto a la falta de presupuesto para áreas o iniciativas de la ex Subsecretaría, Ormazábal contó: “Lo primero que hace cuando asume Molina es desmantelar el Observatorio de Derechos Humanos que funcionaba en la Subsecretaría, que tenía importancia, no sólo por el registro de la violencia institucional en el distrito, sino que tenía abogadxs que asistían a víctimas, lxs echaron y se desmanteló. Este fue un primer desmembramiento (…) Cuando hicimos la actividad por el aniversario de la Noche de los Lápices el año pasado, se habían comprometido a traer la comida para 600 pibes de escuela que venían a la actividad, la comida no estuvo, y la terminó pagando una empleada de la Comisión por la memoria y yo. Después la Comisión Provincial por la Memoria nos repuso la plata. Hay falta de voluntad“.