
En la madrugada del sábado 19 de abril, un hombre destruyó con violencia la cerámica del proyecto “30 mil pañuelos por la memoria” instalada en el frente de una vivienda ubicada sobre avenida Eva Perón al 4300, en Florencio Varela. La placa, que había sido colocada en 2021, recuerda a Santiago Villanueva, desaparecido en 1978 por la última dictadura militar. El hecho fue calificado por su familia como “un nuevo acto de odio” y ya fue denunciado ante la Justicia.
La agresión quedó registrada por cámaras de seguridad del domicilio de Guillermo Villanueva, hijo del militante peronista secuestrado durante el terrorismo de Estado. En las imágenes se observa cómo un individuo golpea la placa cuatro veces con una piedra hasta romperla, y luego huye por el mismo camino por el que había llegado.
“Esto no es un hecho aislado, es parte de un clima de hostilidad que se viene sembrando desde el Gobierno”
En diálogo con El Aire de Aquí por Radio UNAJ, Guillermo Villanueva compartió su testimonio tras el ataque:
“Este no es un hecho suelto, es parte del contexto que estamos viviendo. Hay un discurso de odio instalado desde el poder que habilita estas acciones. A mí me rompieron un símbolo, pero lo que quieren romper es la memoria, los 30.000, la lucha de nuestras madres y abuelas”, expresó con firmeza.
Junto a Hilda “Yiya” Logiurato, presidenta de la Asociación Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia contra el olvido y el silencio de la provincia de Buenos Aires, Villanueva presentó la denuncia penal y entregó las grabaciones del hecho como prueba.
Memoria viva: un proyecto federal de homenaje colectivo
La cerámica vandalizada forma parte del proyecto artístico y colectivo “30 mil pañuelos por la memoria”, que hasta septiembre de 2023 había instalado más de 15.000 pañuelos blancos en frentes de casas particulares, escuelas, clubes y espacios públicos de todo el país. El pañuelo, símbolo de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, representa un compromiso con la memoria, la verdad y la justicia.
En la casa de los Villanueva, la cerámica había sido colocada como un homenaje a Santiago Villanueva, secuestrado por una patota vinculada al Ejército el 26 de julio de 1978. Santiago era estudiante de ingeniería en la UTN y trabajaba en el Banco Ganadero y en el PAMI. También militaba en organismos de derechos humanos exigiendo la liberación de su hermano Ernesto, preso político durante la dictadura.
“El gobierno nacional habilita estos actos al atacar todo símbolo popular”
Guillermo compartió en redes sociales su bronca y preocupación:
“Ayer, en un nuevo acto de odio, nuestra casa fue víctima de los actos que el gobierno nacional viene incitando de forma permanente contra todo símbolo popular. Habilitan así a cualquier imbécil a venir y hacer lo que se le canta”.