Ante la intervención y expropiación de Vicentín, decidida por el presidente Alberto Fernández, la oposición lanzó una gran variedad de acusaciones contra el gobierno nacional, que van desde la anticonstitucionalidad hasta desempolvar el antiguo fantasma del comunismo. Para analizar este tema y el futuro de la economía argentina, una vez superada la pandemia, entrevistamos Mario Derch, presidente de la Confederación General de la Industria una entidad que agrupa organizaciones de empresarios argentinos.
“En un momento de emergencia, como el de esta pandemia, creo que hemos tomado el toro por las astas por primera vez en mucho tiempo. Esta es una decisión estratégica de un gobierno que está defendiendo los intereses del pueblo” reflexiona el dirigente empresario. “El Estado dejó de ser bobo y se hizo cargo de una inversión hecha por el gobierno anterior. Si no, ¿dónde están los 350 millones de dólares últimos que se le dieron a Vicentín”, se pregunta.
Derch considera que más allá del beneficio inmediato de salvar los puestos de trabajo, a las pymes y a quienes ya entregaron su producción, la empresa tiene un valor estratégico para el país ya que servirá de testigo para saber cúantos granos se exportan y cuál es la facturación real, ya que en la actualidad se tributa por sólo la mitad de la cosecha.
El presidente de la CGI explica que ya están pensando en el futuro de la economía después de la pandemia. Explica que ya han desarrollado experiencias de colaboración entre esa entidad, el sector público, universidades nacionales, el Conicet, grupos de inversores y organizaciones intermedias para desarrollar aceleradores de empresas que asistan a las pymes no sólo en lo económico sino también a través de la transferencia tecnológica y la detección de mercados sustentables. Esto se realiza a través de una participación societaria minoritaria en las empresas, compartiendo el riesgo, el esfuerzo y las ganancias.
El dirigente empresario relata que esta experiencia ya se llevó adelante en el Parque Tecnológico del Litoral Centro, y que allí la tonelada exportable tiene un valor de U$S 100.000, cuando el promedio de la producción industrial es de U$S 10.000 y el del total de exportaciones del país es de U$S 700.
Según Derch, se debe retomar el control estratégico de la producción: recuperar el control de la energía y revisar la Ley de Entidades Financieras. Considera que es el momento de hacer una alianza estratégica entre los trabajadores, las pymes y el Estado y que se abre la posibilidad de recuperación a corto y mediano plazo.