Hablamos con Mariano Fusero, Abogado y Presidente de la Ong RESET – Política de Drogas y Derechos Humanos, sobre la espectacularización de la lucha contra las drogas por parte del gobierno nacional.
“Es mera propaganda, está direccionado a impactar a determinado electorado que me parece adormecido o deseoso de conocer éxito en alguna política del Estado. “Acabar con el narcotráfico” es un slogan propagandístico, se hace publicidad y campañas demagógicas, no resiste el menor análisis aritmético ni comparativo. Otra cosa grave es suponer que detener a mayor cantidad de personas es democrático: el encarcelamiento masivo, la prisión preventiva desmedida e ilegal, es algo antidemocrático, y este gobierno hace oda a los encarcelamientos, y son los pequeños consumidores, pequeños eslabones de cadena de ventas, travestis, trans…por eso es meramente una cuestión propagandística. Los indicadores que tenemos del Ministerio de seguridad, hay que relativizarlos un poco, va fluctuando conforme la producción mundial, no se tendría que considerar en toneladas, no sirve de nada cuando no sabemos cuál es el total de circulante del país o de la zona. Argentina no es un país productor de cocaína: lo dice la ONU, organismos internacionales, el Departamento de Estado de EEUU”, explicó Fusero.
Sobre el tratamiento y abordaje de adicciones dijo que “Hay que considerar que el abuso de sustancias es un asunto de salud pública, pero hoy no existe ningún abordaje, ninguna puesta en marcha de reducción de daño. No se establece un financiamiento claro de dinero para campañas y hay solo un 5% del presupuesto en prevención de adicciones, el 95% se gasta en criminalización, porque la política berreta rinde con eso de “duro contra el flagelo”, hay un sector duro de la sociedad en el que eso parece más redituable”.