Conversamos con Jorge Elbaum, sociólogo, periodista, doctor en Ciencias Económicas y exdirector de la Escuela de Defensa Nacional.
“El conflicto bélico se inició en Ucrania en 2014 con un golpe de estado, la persecución a los rusohablantes que son el 20% de la poblecióny el interés de Estados Unidos y la OTAN en debilitar a Rusia”, pone en contexto Elbaum, que considera que, en América Latina, bajo la lógica de la información controlada por los grandes medios de Estados Unidos, esto fue invisibilizado.
“Estados Unidos no quiere haya en el mundo otro factor de poder que no sean ellos, entonces genera problemas en derredor de todos los potenciales competidores. Si Rusia se desarrolla, se integra a Europa y tiene buen nivel socioeconómico es un desafío para EE.UU. que quiere imponer condiciones y no soporta la soberanía y la autonomía de los otros,” detalla.
El especialista relativiza el supuesto triunfo de la OTAN en la llamada guerra cognitiva: “La gana en nuestro territorio pero el 60% de la población mundial está en China, India y el sudeste asiático y no compran el discurso que los medios hegemónicos en América Latina suscriben y reproducen. Estados Unidos presionó a muchos países y no logró que establecieran sanciones contra Rusia”, observa.
Elbaum evalúa que hay tres escenarios posibles para la finalización de la guerra. El peor sería el de una confrontación nuclear —EE.UU. es capaz de hacerlo porque las guerras se desarrollan en escenarios lejanos a ese país—. El intermedio sería que Rusia ocupe el Donbass, el sur de Ucrania y se instale ahí. El mejor escenario posible sería que haya una mesa de negociaciones, se acuerde la neutralidad de Ucrania, la autonomía de Donets y Lugansk y la desnazificación del país”.
“El conflicto bélico se inició en Ucrania en 2014 con un golpe de estado, la persecución a los rusohablantes que son el 20% de la poblecióny el interés de Estados Unidos y la OTAN en debilitar a Rusia”, pone en contexto Elbaum, que considera que, en América Latina, bajo la lógica de la información controlada por los grandes medios de Estados Unidos, esto fue invisibilizado.
“Estados Unidos no quiere haya en el mundo otro factor de poder que no sean ellos, entonces genera problemas en derredor de todos los potenciales competidores. Si Rusia se desarrolla, se integra a Europa y tiene buen nivel socioeconómico es un desafío para EE.UU. que quiere imponer condiciones y no soporta la soberanía y la autonomía de los otros,” detalla.
El especialista relativiza el supuesto triunfo de la OTAN en la llamada guerra cognitiva: “La gana en nuestro territorio pero el 60% de la población mundial está en China, India y el sudeste asiático y no compran el discurso que los medios hegemónicos en América Latina suscriben y reproducen. Estados Unidos presionó a muchos países y no logró que establecieran sanciones contra Rusia”, observa.
Elbaum evalúa que hay tres escenarios posibles para la finalización de la guerra. El peor sería el de una confrontación nuclear —EE.UU. es capaz de hacerlo porque las guerras se desarrollan en escenarios lejanos a ese país—. El intermedio sería que Rusia ocupe el Donbass, el sur de Ucrania y se instale ahí. El mejor escenario posible sería que haya una mesa de negociaciones, se acuerde la neutralidad de Ucrania, la autonomía de Donets y Lugansk y la desnazificación del país”.