Darío Becchetti, Columnista de Análisis Político-Comunicacional, sobre que el comité de Facebook planteó que la sanción a Trump no debe ser permanente.
“En enero de este año Facebook y Twitter tomaron una medida inédita y bloquearon las cuentas de Donald Trump. Twitter venía tensando la relación con el entonces presidente, al marcar varios de sus mensajes como falsos o violentos. Los mensajes podían leerse, pero la red advertía sobre su contenido. Trump respondió llamando a revisar la ley que regula las comunicaciones en EEUU. Es una ley de 1996, que plantea a internet como una intermediación entre mensajes y contenidos y usuarios. El problema es que las cosas cambiaron mucho en la red desde entonces. Pero además, Trump señala que las redes sociales no son intermediarios únicamente: toman decisiones editoriales sobre los contenidos que circulan en las mismas. Por lo tanto, es necesario actualizar la legislación que quedó obsoleta. La intervención de Facebook y Twitter parecen ratificar su caracterización.
El año pasado Facebook creó una Junta de Supervisión con expertos en libertad de expresión, derechos humanos y comunicación. Para la junta, la actuación de Trump incitando a la violencia cuando algunos de sus seguidores tomaron el Capitolio ameritaba una suspensión pero esta no puede ser permanente y debe ser revisada en un plazo de 6 meses.
Algunas consideraciones a tener en cuenta:
1) Según la junta, Trump “creó un entorno en el que era posible un grave riesgo de violencia”. Esto justifica cortar su canal de expresión en la red para evitar que su influencia se traduzca en mayores niveles de violencia. Hubo 5 muertos el día de la toma.
2) Todo lo que decida en este caso funcionará como antecedente para el futuro. Y esto es muy importante en un contexto de ascenso de discursos de ultraderecha, ya no solo en Europa sino como fenómeno global.
3) Esta junta es privada, fue contratada por una empresa como Facebook y opina a sueldo de Zuckerberg. ¿Cómo es posible que una cuestión tan importante para el debate público no tenga al menos la opinión del Estado? Estamos hablando de privados decidiendo sobre que se puede decir y que no en la esfera pública de la comunicación digital.
4) Trump fue un personaje antipático que efectivamente incurrió en una ruptura de las reglas de la red al incitar a la violencia. ¿Cuántas veces por día eso sucede en redes? ¿Cuál es el criterio para intervenir? ¿Podría pasar lo mismo en un futuro con presidentes o dirigentes que no le caigan bien a los intereses de la empresa?
Para prestar atención para el futuro quedan: ¿que hará Twitter?, que también jugó fuerte, si efectivamente la sanción será revisada por Facebook y qué pasará con las redes alternativas como Parler o el nuevo portal que Trump armó como vía de comunicación con sus seguidores”.