Darío Becchetti, columnista de Análisis Político-Comunicacional, sobre el poder ejecutivo se prepara para cobrarle impuestos las Big Tech del país.
“A partir del apoyo del G20 a un impuesto global, la Casa Rosada empezó a trabajar en un proyecto para que Google, Amazon, Netflix y otras grandes empresas paguen ganancias.
Recordemos: el planteo del G20 es la necesidad de que las grandes empresas tecnológicas, que fueron las ganadoras económicas de la pandemia, paguen impuestos acorde a su escala para financiar la reconstrucción del mundo post Covid.
Ese debate no fue sencillo. El poder de lobby que tienen estas empresas es muy grande e influye también en los gobiernos de los países más poderosos. Sin embargo se logró llegar a un acuerdo para fijar un impuesto global de un 15%. Uno de los ministros de finanzas del G20 insistió con que ese número se quedaba corto y era necesario pensar en al menos un 30%.
Ese ministro es un hincha de Gimnasia llamando Martín Guzman. ¿Por qué es importante mencionar esto? Porque su mirada pesará mucho en la elaboración de este impuesto a las big tech que amasan ganancias en nuestro país pero no tributan en la escala que deberían.
Esta descripción vale también para muchas empresas argentinas de rubros más tradicionales. La última filtración masiva de cuentas offshore aportó un dato interesante: Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de cuentas offshore y en su mayoría, los titulares son empresarios.
Es interesante pensar esta discusión en el marco de la estructura impositiva argentina, un país donde entre más ingresos tenés menos pagas y viceversa. ¿Será esta una oportunidad para discutirlo? ojalá.
El proyecto del gobierno es llevar este debate al congreso y que la alícuota de ganancias sea de un 35% para las big tech. El nuevo mapa político obliga a preguntarse que rol jugará la oposición.
Otro problema es qué pasa si las empresas deciden trasladar el costo de este impuesto a sus usuarios, aumentando sus costos. El Estado deberá garantizar las condiciones para que, al menos en la Argentina, las empresas que se especializan en maximizar enormes ganancias esta vez no puedan gambetear la tributación que corresponde”.