
En una entrevista en el programa Habrá Señales de Radio UNAJ, el vicario general de la Diócesis de Quilmes, Lucio Carvalho Rodrigues, repasó el profundo legado del Papa Francisco tras la conmoción que generó su fallecimiento. La diócesis que abarca los partidos de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui mantuvo siempre un lazo especial con Jorge Bergoglio, que no solo admiró la figura del obispo Jorge Novak, sino que también dejó huellas en gestos concretos hacia la comunidad local.
“Francisco valoraba enormemente al padre Novak. Lo consideraba un santo por su compromiso durante la dictadura”, recordó Carvalho Rodrigues. “Ese respeto por los más vulnerados, por los pobres, es parte del ADN de nuestra diócesis, y Francisco lo compartía plenamente”.
Una mirada latinoamericana y universal
El vicario destacó que la opción preferencial por los excluidos fue una constante en el papado de Francisco. “Su primer gesto fue ir a Lampedusa, donde llegan migrantes africanos huyendo del horror. Su preocupación por los inmigrantes y refugiados fue constante, como también por los abuelos y los más solos del mundo”.
Carvalho Rodrigues recordó además el compromiso del Papa con América Latina, señalando como hitos las grandes conferencias eclesiales continentales y, especialmente, el Sínodo de la Amazonía, que reunió a representantes de los pueblos originarios y de países con territorio amazónico para debatir sobre justicia ambiental y derechos humanos.
Francisco y la Argentina: cercanía sin presencia física
Si bien nunca visitó el país durante su papado, Francisco mantuvo un vínculo activo con la realidad argentina. “Estaba muy al tanto de todo lo que ocurría. Intervenía con mensajes concretos. Recuerdo cuando cuestionó el gasto en gases lacrimógenos en un contexto de tantas necesidades sociales”, comentó el vicario.
Sobre su ausencia física en el país, Lucio opinó: “Creo que no vino para no agrandar la grieta. Siempre trabajó por la unidad y la tolerancia”.
Un reformador hacia adentro de la Iglesia
Consultado sobre cuál fue la mayor reforma de Francisco, Carvalho Rodrigues señaló: “Desde afuera, muchos se quedan con su carisma, pero hacia dentro de la Iglesia impulsó cambios importantes. Puso mujeres al frente de organismos clave del Vaticano, algo inédito. Eso generó resistencias, pero también abrió puertas”.
El futuro del camino eclesial
El vicario reconoció que el rumbo de la Iglesia aún dependerá en gran parte de quién suceda a Francisco. “Esperamos que el nuevo Papa continúe profundizando este camino. Francisco quiso quitarle todo signo de poder a su figura. Desde el primer día se presentó como ‘obispo de Roma’ y pidió un entierro simple, sin los tradicionales tres cajones ni el tratamiento de ‘su santidad’”.
Con humildad y claridad, Francisco deja un legado profundo, tanto en el corazón de quienes habitan la Diócesis de Quilmes como en las luchas sociales y espirituales del mundo entero. “Fue un hombre profundamente comprometido con la justicia social, con el cuidado del ambiente y con la dignidad humana. Y eso no se va con él”, concluyó Carvalho Rodrigues.