"En el capítulo anterior comenzamos un recorrido por algunos títulos de mi biblioteca. Novelas muy interesantes escritas por autores que no han producido una obra muy vasta, sino que, por diversas razones, han publicado a lo largo de su vida apenas uno o unos pocos títulos. En algunos casos esto sucedió por decisiones personales, en otros, porque no tuvieron la suerte de que la industria editorial los incluyera en sus planes. Textos que leí hace muchos años, en algunos casos décadas, de los que guardaba en mi memoria no más que algunas sensaciones pero que me sorprendieron gratamente a la hora de releerlos. Supongo en parte se debe a las características particulares de mi memoria y también a mi propia evolución como lector. Las distintas circunstancias de la vida van modificando nuestra manera de ver el mundo pero además, el hecho mismo de hacer este programa cambia mi relación con la lectura. Para el programa de hoy, elegí dos libros muy diferentes entre sí, escritos en diferentes épocas y que recorren territorios distintos dentro del universo de la novela negra. Hoy les voy a contar acerca de un clásico bastante olvidado, “Son ladrones como nosotros” de Edward Anderson y de una buena novela de la década del 80, que pasó, al menos en el mundo de habla castellana, bastante desapercibida: “Incendio en el callejón” de John Douglas." Gabriel M. Wainstein