Por Mara Pedrazzoli, economista del CCC -Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini-
La coyuntura argentina todavía es crítica y la política opera jaqueada por las negociaciones ––nada sencillas–– con acreedores internacionales. Algunas estadísticas recientes son optimistas, otras no tantos. Cambios en normativas. Acuerdos de precios y salarios.
Lo proscribieron a Evo Morales arguyendo que no cumple el requisito de residencia y en un acto de fuerte cinismo. Le prohibieron que se candidateara a senador por Cochabamba en las próximas elecciones del 3 de mayo, para las cuales hay tiempo de presentar listas hasta el 18 de abril. De este modo comenzó “el fraude electoral”, sostuvo su abogado Eugenio Zaffaroni. La diplomacia de la Unión Europea confirmó que enviará una comisión de observación electoral a los comicios. Según sondeos recientes, Luis Arce ––del MAS–– lidera la intensión de voto con un 31,6%; lo sigue el ex presidente centrista Carlos Mesa (17,1%) y tercera Jeanine Áñez con 16,5%.
La política argentina contínua haciendo frente a vencimientos de deuda, negociaciones y misiones del FMI, inflación alta, crédito vedado y la necesidad de revisar acuerdos de precios y salarios para mantener la austeridad fiscal al tiempo que se promueve la reactivación doméstica.
La misión del FMI que se retiró el miércoles sancionó una consciente “no sostenibilidad” de la deuda pública argentina. Las reuniones fueron amigables. Kristalina Georgieva manifestó ––al igual que hiciera otrora el Fondo con Grecia–– la importancia de que los acreedores privados concedan una quita para que el país pueda hacer frente a los pagos. Georgieva también se refirió por primera vez a la existencia de un “programa económico” en nuestro país. Diseñado por Guzmán, algunos de sus lineamientos fueron presentados a representantes sindicales e industriales buscando respaldo político en tiempos claves. También el Fondo auditará la economía argentina en el marco del reactivado artículo IV.
Hay quienes en el gobierno creen que vamos camino a la desaceleración inflacionaria: el bajo nivel de enero (2,3%) se mantendría en febrero. Los motivos clave son la estabilidad cambiaria merced a las regulaciones y el congelamiento de tarifas y combustibles. No es baja la proyección anual del 42%.
Algunos alertan que debe evitarse el atraso cambiario en términos reales, contagiado por la rápida devaluación del Real. Nuestras exportaciones contínuan planchadas (en parte acompañando una tendencia global) y la recuperación del superávit comercial se debe a la recesión interna: un mix que debe invertirse. Argentina y Brasil son socios importantes ––y a nuestro país beneficiará el crecimiento proyectado del país vecino–– pero compiten en otros mercados donde venden soja, maíz, carne y automotores. El dólar argentino apenas sube 2,5% en 2020 versus 7% el Real.
Las proyecciones del PIB apuntan una caída de 2% en 2020 pero algunos estudios revelan que en el segundo semestre podría recuperarse el consumo, ya pasada la etapa de reestructuración de la deuda. Para reactivar el consumo el Banco Central promueve una reducción de tasas. Por pedido expreso del presidente Fernández se impusieron el miércoles topes para la financiación del saldo mínimo en tarjetas de crédito del 55% (los niveles actuales rondan el 101%). El Banco Nación también redujo de 67 a 49% las tasas de interés de las tarjetas que administra. Los bancos se quejan por las cargas tributarias y el elevado costo del programa Ahora 12, que ahora fue reprogramado extendiéndolo más allá del 31 de marzo pero limitándolo a las compras de producciones locales. Se espera una recuperación tenue del PIB en 2021.
Algunas críticas entre ajenos y propios recibieron dos novedades. En primer lugar, la reforma de la Ley de Economía del Conocimiento que ingresó el miércoles al Congreso. Con críticas de la grandes compañías de servicios informáticos nucleadas en Argencon. Entre los cambios controversiales notamos que no se aplicarán beneficios sobre el total del negocio, se eliminará la estabilidad tributaria por 10 años y la posibilidad de debitar el costo exportador del pago de Ganancias. Estos servicios generan importantes exportaciones por USD 6.000 millones anuales promedio pero acusan un reciente estancamiento.
Por otro lado, según distintas versiones, cabría esperar para junio un descongelamiento de las tarifas de gas y energía eléctrica ya que las cuentas públicas no tienen margen para continuar subsidiando. El propio presidente Fernández sostuvo que primero se analizarán las ganancias exorbitantes que tuvieron las empresas y se realizará un minucioso estudio de los costos de la energía a lo largo de toda la cadena (que involucra la generación, el transporte y la distribución) para definir un aumento paulatino y selectivo, que impacte mayormente sobre usuarios de ingresos altos.