Hablamos con Roberto Cipriano, Secretario de la Comisión Provincial por la Memoria, sobre el comienzo del juicio por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar en los pozos de Banfield y Quilmes, dos de los centros clandestinos más importantes del Circuito Camps. En los últimos días se sumaron además los delitos cometidos en “El Infierno”, como se conoció el centro clandestino de detención de la Brigada de Investigaciones de Lanús (que funcionó en Avellaneda). Serán juzgados 18 represores por delitos cometidos contra más de 400 personas.
“Estamos con mucha expectativa, es un juicio muy demorado, con muchas dilaciones, problemas judiciales, al fin llegó y se va a juzgar lo que ocurrió en el Pozo de Quilmes, Banfield y en El Infierno de Avellaneda, que pertenecían a Circuito Camps. Lo primero que sucedió fue leer la acusación y se calcula que para el año que viene van a comenzar recién los testimonios.
Van a ser juzgados agentes policiales, algunos funcionarios, personas vinculadas a las actividades de los pozos, los que secuestraban y mantenían cautivas a las personas ahí. Esto fue parte del esquema del Plan Cóndor, pasaron uruguayos, chilenos, trabajadores y trabajadoras de la Peugeot, de la Rigolleau, estudiantes, trabajadores, docentes, fue bastante heterogéneo.
Si bien ya se ha condenado a varias personas, aún la gran maquinaria del terrorismo de estado sigue impune”.