En las últimas semanas se ha dado una ofensiva mediática y política contra el gobierno nacional, una campaña de odio que pone en primer plano la necesidad de encarar el tema de la comunicación y la disputa de sentido, algo de lo que se habló mucho luego de la derrota electoral de 2015.
Así como es necesario encontrar caminos para enfrentar la crisis económica y social post pandemia, la Argentina necesita encarar, estos temas desde un punto de vista estratégico, so pena de que una parte importante de la ciudadanía continúe cautiva del relato de los medios hegemónicos. Para conversar sobre este tema, llamamos a Claudia Villamayor, Licenciada en Periodismo y Comunicación Social, docente e investigadora universitaria, militante peronista y feminista e integrante de la Coalición por una Comunicación Democrática.
Villamayor comparte su mirada sobre la situación que vive el país. “Esta es una contingencia grave para todo el planeta en todos los niveles de la existencia. La pandemia pone en evidencia lo que existía antes, el legado de un proyecto saqueador del Estado que trae consecuencias en detrimento de la calidad de vida de millones de argentinas y argentinos, que tiene que ver con el neoliberalismo que tiene que ver con el gobierno de Mauricio Macri”, describe.
“Así como hay personas que salen a la calle en contra de la cuarentena, hay un montón de iniciativas solidarias, comprometidas en todos los territorios de las 24 provincias. Han hecho de la universidad pública un hospital de campaña. Hay iniciativas de políticas de Estado para cuidar a los distintos sectores desde todas las carteras: mujeres, trabajo, agricultura, vivienda, salud, educación. Políticas para prevención de la violencia de género que se ha agravado en la cuarentena. Quienes desde siempre militaron por la justicia social, en tiempos de pandemia, acrecientan su compromiso militante. Lo que creo es que lo que se acentuó durante la pandemia va a seguir así cuando termine. Los que quieren una patria libre, justa y soberana, se pondrán la Argentina al hombro; los otros, los que fugaron los capitales, se irán a Francia, al Caribe, a un resort que nunca podríamos pagar. Otros, otras y otres después de trabajar vamos a la olla popular bancando el guiso que mucha gente no está pudiendo comer”, reflexiona.
La comunicadora se refiere la respuesta de la solidaridad frente al odio: “Uno no le pregunta al otro si es radical, peronista cristiano o musulmán. Si uno tiene vocación humanitaria o de justicia ayuda a todos y todas. Las personas construyen una escala de valores a lo largo de su vida.”
En cuanto a los cambios en el sentido común logrados por el movimiento de mujeres y su aplicación de sus aprendizajes al campo nacional y popular, Villamayor detalla: “Hay una experiencia con mucha trayectoria en la Argentina que tiene una expresión muy pública, muy plural, de todos los colores, que es el movimiento Ni Una Menos, el de las mujeres organizadas por las leyes de los derechos sexuales y reproductivos, la identidad de género, la Ley Micaela. Hay mucho logrado cuando las mujeres, trans, travestis, gays, lesbianas, intersex, no binaries se organizan por políticas de derechos.”
“Eso se ha instalado en el campo político y social, y entra en la agenda gubernamental cuando hay un gobierno que tiene voluntad de ingresarla. El Frente de Todes ha tenido la voluntad muy clara en cuanto a las políticas de género, en primer lugar en el Ministerio de las Mujeres, a nivel nacional y provincial, en las secretarías y áreas de género en los municipios. La violencia de ha llamado la atención de los funcionarios para hacer una perspectiva transversal para en cualquier cartera del estado se trabaje en políticas de género. Un ejemplo es el área de Agricultura Familiar, en el Ministerio de Agricultura de la Nación, además de promover lo que es específico de la producción, se toman otros temas: la vivienda, la organización, las semillas, el agua, el ambiente y las políticas de género. Era impensable que existiera en durante el macrismo una Dirección de Género en ésta área. Es un tema de agenda de gobierno para el campo nacional y popular”, reflexiona.
Villamayor destaca que hay que capacitar funcionarios municipales, provinciales, el Poder Ejecutico, el Legislativo, el aparato judicial. “Achicar la brecha de género requiere muchos años. Para eso, varones y mujeres, no binaries, todas las identidades, tenemos que revisar el modo en que nos comprendemos, nos autopercibimos y nos relacionamos. Sobre todo debemos evitar el colonialismo, el patriarcado y una cosa terrible, que es el racismo. Trabajar de manera situada en cuanto al género, lo étnico y la identidad lleva a tener otras políticas de Estado. En esto es fundamental encarar a los medios de comunicación: la paridad, la justa representación de las identidades, Ahí y en el aparato judicial tenemos un trabajo denodado porque son los dos vectores con los que el lawfare se ha instalado en la geopolítica latinoamericana”, concluye.