Conversamos con Álvaro Ruiz, abogado laboralista, asesor sindical y docente universitario que fue Subsecretario de de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo de la Nación durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. En cuanto a la gestión del actual gobierno nacional, Ruiz advierte que hay una disconformidad bastante razonable en muchos sectores sociales ya que el crecimiento económico no ha sido acompañado por una redistribución de la riqueza. “Hay algunos factores que están distorsionando el programa de gobierno que llevó a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner. Por otra parte hay agentes de la economía con un grado de especulación muy alto y juegan a desestabilizar el gobierno nacional en línea con la oposición de Juntos por el Cambio”, señala. El laboralista observa que el resultado de las últimas elecciones muestra que hubo cuatro millones de ciudadanos que decidieron no acompañar al Frente de Todos señalando que hay algo que no les llega de lo que fueron sus promesas. “Si no hay algunas transformaciones profundas que impliquen que algunos aporten más para que otro reciban algo más no hay posibilidades en el corto y mediano plazo. Hay sectores que se han beneficiado con ganancias extraordinarias aún dentro de la pandemia. Esos son los sectores que tienen que hacer un aporte extraordinario.” “Hay un punto relativamente difuso entre el posibilismo y la probabilidad de generar una transformación profunda. Ninguna de las transformaciones profundas que pudimos observar en la Argentina y en otros lugares han partido de lo posible, han ido corriendo los márgenes de lo posible a través de acciones concretas y, sobre todo, apoyándose en los sectores que tienen un interés directo en tener una realidad diferente” Ruiz se refirió a la mesa chica de la CGT, al menos en cuanto a dos integrantes del triunvirato que la dirige, Hector Daer y Carlos Acuña —Pablo Moyano presenta una actitud diferente— no tienen una actitud de demanda ante el gobierno ni ante los agentes económicos que condicionan el desarrollo del país, la transferencia de ingresos y la calidad de vida de los trabajadores. Por último el abogado destaca que el déficit más grande del Frente de Todos es la ausencia de conducción política. Cristina representa al sector que tiene la mayor porción electoral, pero no a todos los integrantes de esa fuerza política, por lo que es necesario que se conforme una mesa de conducción. “Esto debería solucionarse rápidamente”, enfatiza.