Cada vez se hace más evidente que la Argentina está ante un plan de desestabilización respecto al Gobierno Nacional y al de la Provincia de Buenos Aires, con la participación concertada de los medios de comunicación hegemónicos y políticos de Juntos por el Cambio, en lo que aparece como la continuidad de la lawfare.
Si en la etapa anterior se armó una estructura que abarcaba parte del poder judicial, los aparatos de inteligencia, el macrismo y los medios de comunicación concentrados; en la actualidad se recurre a los anticuarentena, a las iniciativas para propagar la pandemia, al intento de paralizar el Congreso y a las acciones de la Policía Bonaerense. La pregunta que surge entonces es si estas operaciones tienen algún tipo de coordinación desde el exterior del país.
Para hablar de este tema, conversamos con Eduardo Vior, doctor en Ciencias Sociales y periodista especializado en América Latina y política internacional.
Vior considera – a partir del análisis de los manuales de desestabilización y de lo que sucede en otros países– que se está aplicando una modificación de la estrategia de Gene Sharp, un politólogo que en 1989 publicó un compendio de 100 medidas para llegar a un golpe de estado. Aclara que ese texto fue usado como guía por los Estados Unidos para provocar las famosas revoluciones de colores, entre ellas, la Primavera Árabe.
“Hay dos diferencias. Los Estados Unidos están pasando de la guerra híbrida, instaurada a partir del 11 de setiembre de 2001, a la estrategia del ataque integral, que es fundamentalmente semiótico, comunicacional y mediático. Es mucho más importante el esfuerzo que ponen en las llamadas bombas semióticas que en la fuerza física. Al poner a la policía bonaerense rodeando la Quinta de Olivos, tiene más importancia mostrar que el Estado no gobierna, que el efecto militar”, razona.
“Saben que han sembrado durante varias décadas determinados componentes en la conciencia y en el inconsciente de sectores importantes de la población, por eso no les molesta que las reacciones sean inesperadas. Ellos tiran una bomba, si destruye un edificio o un sótano, para ellos es lo mismo. Lo importante es generar el caos”, continúa.
En cuanto a lo que sucede en otros países de Sudamérica, como las proscripciones de Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia, el sociólogo observa que se realizan varias operaciones al mismo tiempo, que tienen que ver con las elecciones estadounidenses y las decisiones de lo que se denomina el Estado Profundo norteamericano – la conjunción de servicios de inteligencia, Pentágono, empresas de armamentos y tecnología, y grandes conglomerados de comunicación. “No puedo asegurar que atrás de esto esté Donald Trump. Sí Steve Bannon – el primer jefe de comunicación de Trump, responsable de coordinar operaciones de la ultraderecha en diversos países del mundo– que aunque está preso, sigue operando. No me extrañaría que una parte de su negociación para salir de la cárcel sea poner sus servicios en función de las necesidades de un sector del Estado Profundo, parecería que el republicano.”
El especialista ofrece también una interpretación de las razones del reciente viaje de Mauricio Macri a Europa. “Hizo una asunción del mando. La Fundación Fifa está destinada en forma legal a manejar dinero del tráfico de droga y de armas para lavarlo en el tráfico de jugadores, y a partir de ahí hacer inversiones. En simultáneo se da la entrega en Brasil de Darío Messer, el principal agente de cambio y de legalización del dinero de la corrupción y de la droga; y la relación que tiene ese hecho con el intento de viaje de Gustavo Arribas a Brasil. Arribas es el nexo entre Macri y el Primer Comando de la Capital”, detalla, en referencia a la mayor organización criminal del país vecino. “Macri viajó para pasar a un nivel mucho más alto que el de la política argentina, fue a firmar su incorporación a las grandes ligas”, completa.
Vior analizó las influencias que pueden tener, sobre la situación argentina en un escenario pospandemia, los gobiernos de derecha de los países limítrofes. Evaluó los peligros que pueden significar para nuestro país la presencia de sectores políticos relacionados con negocios ilegales, particularmente en los casos de Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. El periodista los diferenció de lo que sucede con el gobierno chileno, que dio señales de acercamiento a la Argentina.
Por último, el analista evaluó los peligros que podría traer un triunfo demócrata en las elecciones de los Estados Unidos, y consideró que aumentaría significativamente la posibilidad de una guerra en la región.