La semana pasada, el juez Fabián Lorenzini dejó sin efecto la intervención a la empresa Vicentin, dispuesta por el gobierno nacional, y repuso al antiguo directorio de la empresa. Ante esta decisión, el presidente Alberto Fernández aceptó la propuesta del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti de solicitarle al magistrado una intervención con participación de la Inspección General de Justicia de esa provincia, y dejar de lado la expropiación para conformar una empresa mixta con mayoría estatal en el marco de la convocatoria de acreedores.
La situación genera numerosos interrogantes y para encontrar algunas respuestas entrevistamos a Juan Valerdi, economista, docente en la Universidad Nacional de La Plata y asesor del Banco Central durante la gestión de Mercedes Marcó del Pont.
“La propuesta de generar una empresa mixta en el marco del concurso de acreedores no es deseable, ya que es jugar el juego de la misma gente que vació a Vicentin, que tiene filiales en el exterior para triangular y contrabandear, y que durante el macrismo demostró que era capaz de saquear el Banco Nación” expresa el economista.
Valerdi considera que lo que se debe hacer es lo que planteó el presidente Alberto Fernández desde un principio: mandar una ley al Congreso, expropiar la empresa, discutir cuánto vale, tener los datos de lo que le debe al sector estatal, negociar con los acreedores y después, ver si queda algo para los dueños. Destaca la importancia de analizar si las acreencias son reales o dibujadas, ya que una parte importante son de los propios socios que manejan la empresa.
Por otra parte, evalúa que la continuidad del Directorio decidida por el juez Lorenzini va en contra de los intereses del Estado pero también la de los acreedores y, en especial, complica las posibilidades de cobrar de quienes le entregaron su producción a Vicentin.
El economista destaca los manejos poco transparentes por parte de la empresa: la falta de controles, la existencia de Vicentin Paraguay, que se dedicaba a contrabandear granos argentinos declarando que eran paraguayos y las filiales radicadas en Panamá, Uruguay y otros lugares para ocultar movimientos financieros.
Valerdi explica que lo que pasa ahora con la economía no se debe sólo a la cuarentena sino que se trata de una crisis económica financiera mundial que excede por mucho al tema de la pandemia. Esa fue lo que hizo detonar un mundo que estaba descontrolado por la globalización, que dejaba a la gente de lado, y un sistema financiero que se llevaba puesta la producción. Estima que la economía del futuro será diferente de la que veíamos hasta la crisis. Va a haber ganadores y perdedores y eso depende de la planificación que realice el Estado junto a los privados y de la reacción de la gente frente a los nuevos paradigmas. Si la globalización se desarma surgirán negocios de volver a la producción local de muchas cosas.
Por último, el economista se refirió a los papeles que podrían llegar a jugar China y Estados Unidos en ese reacomodamiento mundial.