“Cuenteros, Verseros y Poetas” es una Editorial Cooperativa que funciona en el Pabellón 4 de la Unidad de Máxima Seguridad N° 23 de Florencio Varela. La Cooperativa nació en Mayo de 2010, alfabetizan y editan libros infantiles de filosofía y de las torturas en las cárceles.
Hablamos con Alberto Sarlo, abogado y escritor de La Plata, sobre este proyecto de alfabetización y su editorial.
“Nace hace 9 años cuando saco mi primer novela en formato cartonero, yo estaba vinculado a movimientos sociales cartoneros y ya venía trabajando desde el 2001 en el ámbito social. Soy abogado pero no veía que el derecho mueva ningún amperímetro, más allá de que lo mueva para el lado de los poderosos. La otra pasión que yo tengo que es la lectura, tanto en el ámbito literario como filosófico, y cuando saco mi primer novela con la editorial cartonera, pensé esto mismo tengo que hacerlo en un ámbito complejo, complicado, y lo que me parecía más duro era la cárcel. Empecé con un proyecto ad honorem, lo progongo, pensé lo hacen en La Plata, Unidad 9, Gorina u Olmos y me dijeron que el único lugar posible era Florencio Varela, así que ahí arrancamos”, cuenta Alberto.
“Arranqué al principio en el área de educación de lo que es una cárcel , todas las cárceles tienen una área de educación que es donde van el 15% de toda la población carcelaria, pero cuando supe que para ser parte de ese 15% tenés que coimear o extorsionar de alguna manera, y que las peores situaciones seguían dentro de los pabellones, fue que yo propuse ir a enseñar adentro del pabellón. Y no cualquier pabellón, pabellón de población que para la jerga carcelera son los más peligrosos, irrecuperables, los mierdas del sistema. Lo propuse, el director no quiso saber nada -todo esto en el 2010- y yo insistí, porque sino es una hipocresía total, porque yo les puedo enseñar de Lacan, de Deleuze, de Derridá, de Borges, lo que quieras, pero después tienen que ir a un pabellón donde tienen que robar o ser robados, o violar o ser violados o matar o ser matados. No sirve, yo tengo que trabajar dentro del pabellón, entonces se negoció con el coordinador del pabellón-porque la cárcel la manejan los presos, no el director-y ahí entré. Y desde hace 9 años que estoy yendo todos los miércoles a enseñar filosofía, literatura, alfabetizar, y también boxeo que es una pasión que tengo“.
En cuanto a cómo lo recibieron al principio en el pabellón, dijo “Una desconfianza total. No están acostumbrados a que el hombre blanco entre a su territorio, hay que decir las cosas como son. El hombre blanco, un hombre de camisa o de traje . Cuando me acerco saludo a todos con un beso, un abrazo: el negro, el preso, el otro no está acostumbrado a que un tipo de traje vaya y le dé un abrazo, entonces se ponen en una situación de guardia, tensos, hasta que después empiezan a darse cuenta de que yo soy un ser humano y ellos también. Algo que la sociedad no cree ni defiende, ellos son nada para la sociedad, que niega lo que pasa en la cárcel: tuberculosis, tres muertos por semana, sarna,problemas auditivos porque las cucarachas les entran en los oídos. Eso que la sociedad no quiere conocer, que lo conocen por un programa de televisión como El Marginal, que genera morbo, eso genera algo, que es el rechazo al hombre blanco, un privilegio que somos nosotros. Tenemos que empezar a romper con este prejuicio que tenemos como sociedad, creo que este proyecto intenta hacer eso. El problema no es reinsertarlos, el problema es que la sociedad expulsiva tiene que ser cambiada, porque somos una máquina de generar odio”.
Para consultar el material que realizan en Facebook: Editorial “Cuenteros, Verseros y Poetas, está el link y están los 11 libros que sacaron a la calle entre formato cartonero y formato real. Todo se regala, nada se vende, con la condición de que siga pasando de mano en mano. Tienen más de 15 mil libros en la calle, todos escritos por los pibes. Pronto estrenarán el documental “Pabellón 4”, que en breve va a estar en cine.ar.