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Jorge Bernetti: “Perón Planteaba Que La Justicia Social Es También Una Base Para La Defensa Nacional ”

Algunos conceptos de la entrevista realizada por Gabriel Wainstein a Jorge Bernetti, periodista, licenciado en Ciencias Políticas, doctor en Comunicación, que fue el jefe de prensa de la campaña presidencial de Héctor Cámpora en 1973, director de Comunicación Social del Ministerio de Defensa entre 2005 y 2010 y acaba de publicar el décimotercer tomo de la Historia de la Defensa Nacional, editado por la UNLP. La obra puede bajarse gratuitamente desde el portal de la Facultad de Periodismo.

La Historia de la Defensa Nacional surgió del trabajo en la Dirección de Comunicación Social cuando Nilda Garré fue ministra. Comienza con la caída de Rosas en la batalla de Caseros, que marcan el comienzo del estado liberal, y llega hasta el gobierno de Néstor Kirchner y la asunción de Cristina. Tiene una mirada política nacional y popular porque hay una gran cantidad de expresiones sobre la historia de la defensa que son típicas del espacio conservador liberal o del nacionalismo ultra. Está basada en las ideas de soberanía, de defensa del estado argentino y de protección de los intereses nacionales”.

El gobierno de Néstor fue muy firme en la dirección política de la defensa bajo el mando del comandante en jefe, que es Presidente de la República. Reformó la educación militar que estaba sometida a una orientación conservadora. Suprimió el código de justicia militar y estableció un código disciplinario, dejando la actuación frente a los delitos en manos de la justicia federal. Se trabajó para recuperar la industria para la defensa a través del rescate de Fabricaciones Militares, del astillero Tandanor y de la Fábrica Militar de Aviones. También que fue intensamente desarrollada la política de género. La vocación de independencia nacional, de unidad latinoamericana, maduró en la constitución del Consejo de Defensa Sudamericano de la UNASUR, la primera alianza militar de defensa de los países sudamericanos desde la época de la independencia”.

Bernetti dirige la Cátedra Libre de Defensa Nacional de la Universidad Nacional de La Plata inspirada en la Cátedra de Defensa Nacional de esa misma universidad, donde Juan Domingo Perón, en 1944, pronunció un discurso histórico conocido como la Nación en Armas.

La decisión de la universidad fue reivindicar esta cátedra, que se creó en 1943, antes del golpe del GOU, durante el rectorado del socialista Alfredo Palacios, que después fue muy antiperonista, pero que reivindicaba la soberanía argentina de las Malvinas. Perón tomó elementos de la teoría militar y las adaptó a una mirada nacional. La idea de la nación en armas es utilizar todos los recursos para defenderse de una agresión extranjera. La nación se moviliza por su defensa y la conduce a través del Estado. Los militares son el instrumento específico de las armas, pero tienen que intervenir todos los sectores productivos, laborales, educativos, tecnológicos, de investigación, intelectuales y artísticos”.

Perón, como joven oficial en la década de los 20 y los 30, estaba encargado a recibir a los soldados conscriptos que tenían que cumplir con el servicio militar. En la la revisión médica se comprobaban las muy malas condiciones en las que llegaban los jóvenes de los sectores populares. Creo que allí surgió o se reforzó la idea de que la justicia social es también una base para la defensa nacional. Un ejército de ignorantes, un ejército de hambrientos, un ejército de enfermos, no puede defender a un país”.

En la actualidad hay una aceleración del tiempo histórico, con la irrupción del ultraliberalismo a partir delas sucesivas acumulaciones del neoliberalismo. Esto lleva a la reflexión de que esta época, si no concluye con la humanidad, debe terminar con el viejo orden de las Naciones Unidas que se estableció al finalizar la Segunda Guerra. Es necesario un orden internacional donde la ley sea una norma equitativa para todos los países. Un estatus donde las condiciones sean de paz efectiva y no de imposición de la fuerza, y se pueda plantear la vieja, siempre distorsionada, aspiración del desarme”.

El peronismo necesita una reorganización política partidaria que unifique fuerzas que están dispersas, las coloque detrás de un proyecto y movilice organizativamente sus recursos, incluso los comunicacionales que son escasos frente al poder oligárquico. Es muy difícil. No tengo otra solución salvo ésta, que es unidad, reorganización, unificación de proyectos, construcción de herramientas que permitan plantear la comunicación, y la recuperación de la acción militante en la calle, en el territorio y en los demás espacios sociales, como son los sindicatos y las universidades. Eso creo que puede permitir la construcción de una alternativa”.

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