
La ciencia argentina vuelve a dar un paso clave en el campo de la salud. Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) desarrollaron un vendaje inteligente que acelera la cicatrización, previene infecciones y, lo más importante para pacientes sensibles: no produce dolor al retirarlo.
Se trata de un apósito biodegradable, 100% desarrollado en nuestro país, que combina tecnología avanzada con un profundo compromiso con la salud pública. El proyecto nació en el Laboratorio de Bionanotecnología de la UNQ, bajo la dirección de la Dra. Jimena Prieto, investigadora del CONICET.
“Nuestro objetivo fue crear un material que no solo actúe como barrera protectora, sino que también favorezca activamente la regeneración de la piel. Y lo logramos con un diseño que reduce la necesidad de antibióticos y evita el dolor al retirarlo”, explicó Prieto en diálogo con Habrá Señales.
El vendaje incorpora nanopartículas activas que liberan compuestos antimicrobianos y antiinflamatorios de forma controlada. Además, su diseño permite que el tejido cicatrice con mayor rapidez y sin dejar residuos.
Al ser biodegradable, se evita la contaminación ambiental y se promueve un sistema de salud más sustentable, alineado con los nuevos desafíos sanitarios y ecológicos.
Escuchá la entrevista completa en nuestro canal de Youtube