
Aunque muchos no lo notan, las colillas de cigarrillo son uno de los principales focos de contaminación urbana a nivel mundial. Tardan entre 12 y 25 años en desintegrarse y cada año se tiran más de cinco trillones, lo que representa entre el 30% y el 40% de los residuos recogidos en las limpiezas urbanas.
En el programa El Aire de Aquí, trabajadores Nodocentes de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), nucleados en ATUNAJ Florencio Varela, compartieron su experiencia con iniciativas que apuntan a cuidar el ambiente desde el ámbito universitario.
“Desde nuestro lugar como Nodocentes, también podemos aportar al cuidado ambiental”, expresó Pamela García, quien impulsa la recolección y correcta disposición de colillas en los espacios comunes de la universidad.
Educación ambiental desde la comunidad universitaria
Durante la entrevista, Martha Cortesi subrayó que las colillas tienen un fuerte impacto ecológico:
“Una sola colilla puede contaminar hasta mil litros de agua, según la Organización Mundial de la Salud”, dijo.
Por su parte, Rodrigo Picci destacó la importancia de instalar colilleros en puntos estratégicos de la universidad y trabajar en la sensibilización diaria además de que la iniciativa a través de la FATUN se replica en otras universidades del país.
Conciencia ecológica con acciones concretas
Los tres trabajadores coincidieron en que la UNAJ tiene un rol clave como formadora de ciudadanos comprometidos, y que estas acciones no solo tienen un valor simbólico sino también impacto directo en la salud ambiental del territorio.