Síntesis de la entrevista con Carlos Caramello
El analista considera que el gobierno de Alberto y Cristina está atado a las redes y a las encuestas, a pesar de que los resultados de estos instrumentos fallan. “Si un candidato no mide en 24 horas ¿No mide? Eso es porque estás mirando Twitter, no otra cosa. Me parece que estamos en uno de los peores momentos de la vida democrática”.
Evalúa que se elige a Massa con la idea de capturar parte del voto de Rodríguez Larreta si Patricia Bullrich ganara la interna de Juntos por el Cambio. “Esa ilusión del voto rodriguezlarretista sufre el 114% de inflación, el aumento de los alquileres y de las prepagas. Vamos por ese voto dejando de lado el voto peronista. ¿Cuánto suma del lado de Rodríguez Larreta y cuánto resta del peronismo?”
Caramello relata que conoce a Massa desde que era chico, desde que dejó a Menem y se incorporó a la campaña de Duhalde: “Es un gran encantador de serpientes, seduce al poder, pero es un tipo que, hasta no hace mucho, entre el bronce y el oro elegía el oro. Puede ser que ahora vaya por el bronce. Ha deseado mucho y se ha preparado para la presidencia de la Nación, pero tiene muchos condicionamientos y compromisos.”
“Grabois es el contestatario permitido, no tiene ninguna relevancia. Va tratar de capturar el voto enojado, tiene que ver con lo emotivo.”
Caramello se refirió también a las presencias y ausencias de Cristina en la conducción: “Ella está haciendo un ejercicio de su deseo y su desdeseo. No quiere ser más presidenta, ni vice ni nada. Quiere sentarse en su living de Calafate y tener una procesión permanente que vaya a consultarla. Hay que entender su emocionalidad. Ella quiere cimentar la construcción del legado de Néstor, no quiere ningún candidato que lo opaque.”
El analista acepta que finalmente se va por el candidato menos peor: “Un reputado cronista muy cercano a Cristina dijo que ella fue apretada. Siempre es mejor que te apriete el peor de nosotros que el mejor de ellos”, ironiza.
El analista considera que el gobierno de Alberto y Cristina está atado a las redes y a las encuestas, a pesar de que los resultados de estos instrumentos fallan. “Si un candidato no mide en 24 horas ¿No mide? Eso es porque estás mirando Twitter, no otra cosa. Me parece que estamos en uno de los peores momentos de la vida democrática”.
Evalúa que se elige a Massa con la idea de capturar parte del voto de Rodríguez Larreta si Patricia Bullrich ganara la interna de Juntos por el Cambio. “Esa ilusión del voto rodriguezlarretista sufre el 114% de inflación, el aumento de los alquileres y de las prepagas. Vamos por ese voto dejando de lado el voto peronista. ¿Cuánto suma del lado de Rodríguez Larreta y cuánto resta del peronismo?”
Caramello relata que conoce a Massa desde que era chico, desde que dejó a Menem y se incorporó a la campaña de Duhalde: “Es un gran encantador de serpientes, seduce al poder, pero es un tipo que, hasta no hace mucho, entre el bronce y el oro elegía el oro. Puede ser que ahora vaya por el bronce. Ha deseado mucho y se ha preparado para la presidencia de la Nación, pero tiene muchos condicionamientos y compromisos.”
“Grabois es el contestatario permitido, no tiene ninguna relevancia. Va tratar de capturar el voto enojado, tiene que ver con lo emotivo.”
Caramello se refirió también a las presencias y ausencias de Cristina en la conducción: “Ella está haciendo un ejercicio de su deseo y su desdeseo. No quiere ser más presidenta, ni vice ni nada. Quiere sentarse en su living de Calafate y tener una procesión permanente que vaya a consultarla. Hay que entender su emocionalidad. Ella quiere cimentar la construcción del legado de Néstor, no quiere ningún candidato que lo opaque.”
El analista acepta que finalmente se va por el candidato menos peor: “Un reputado cronista muy cercano a Cristina dijo que ella fue apretada. Siempre es mejor que te apriete el peor de nosotros que el mejor de ellos”, ironiza.