Síntesis de la entrevista al economista Horacio Rovelli. Alberto Fernández debería cumplir lo que prometió al inicio de su mandato: revisar la deuda hasta las últimas consecuencias. Somos un país solvente ahogado por una deuda externa que no se investigó. El 2 de mayo se decidió que las empresas privadas que tienen deudas se compren dólares entre ellas y no le saquen divisas al Tesoro de la Nación. Argentina tuvo un superávit comercial de 34.000 millones de dólares entre el 2020 y el 2022, 18.500 se fueron en pagar los intereses de deudas de empresas privadas. Ahora tenemos déficit comercial por la sequía y no tenemos dólares para pagar ni siquiera los intereses de la deuda. Hay un 39,2% de la población bajo la línea de pobreza y en lugar de subsidiar los alimentos para que se les vendan más barato a quienes están en esta situación, se subsidia a los exportadores con dólares preferenciales. Hay una distribución regresiva del ingreso, hay que revertirla para que sea progresiva, defender el mercado interno y el salario. Se subsidia la energía para grandes empresas mientras se les cobra tarifa plena a un tercio de las familias, no hay un tercio de ricos en nuestro país. Rovelli concuerda en que se deberían suspender los pagos al FMI hasta tener un nuevo acuerdo. Según datos de EEUU, Argentina va a tener el año que viene un superávit comercial de 20.000 millones de dólares. Massa le pidió al fondo que le adelante las cuotas de este año por 5.000 millones y el FMI se los negó. Quieren condicionar a este gobierno y al que viene para que se subordinen a los EEUU e impedir las relaciones comerciales con China y el ingreso de nuestro país a los BRICS. Como dice Cristina nuestra economía es competitiva con la de los EEUU. Para resolver los problemas de la oligopolización del mercado de los alimentos el Estado debe tener empresas testigo en carnes, leche, aceite, harina, fideos, arroz que vendan con un margen de ganancias razonable y obliguen al resto a bajar los precios