Hablamos con María Sucarrat, autora del libro “El inocente: Vida, pasión y muerte de Carlos Mugica”, sobre un nuevo aniversario del asesinato del Padre Mugica. El 11 de mayo de 1974 murió asesinado Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, un sacerdote católico que impulsó la creación del movimiento curas villeros.
“Encontré un montón de material que no había podido incluir en el primer libro, pude viajar a Córdoba había material cerrado y la Universidad de Córdoba no lo había podido ver, me encontré un pañuelo de Carlos, un montón de tarjetas y una especie de informe de lo que eran los servicios de inteligencia, de cómo seguían a los curas del tercer mundo, es fue incluido en la segunda edición de octubre. Estaba la libretita negra de Carlos que llevaba siempre, servilletas con cosas anotadas. Cuando arranqué a investigar Carlos obviamente no estaba, es una investigación a partir de reconstituir voces de gente que lo acompaño. Él nació en una familia de alcurnia digamos, y se va trasformando en un proceso, es un personaje que cambia con el tiempo, una persona que se va a dando cuenta, él mismo lo escribe, qué le va pasando y cómo va volcándose hacia lo que después en su vida terminó con su asesinato: su compromiso, creo que es la palabra que lo define, su compromiso. Luego tiene la posibilidad de irse con otros curas que tienen más que ver con lo popular, las villas, tiene un largo recorrido, él mismo se da cuenta y va torneando su pensamiento. Son curas que pasan de decir a escuchar. Baja a la villa 31, se dedica a escuchar y tratar de solucionar necesidades básicas”.